Sunday, June 24, 2007

El Toro de Nueva York

El verdadero itallian stallion. El hombre de las cejas negras. El director entre directores. El reciente ganador del Oscar. Con ustedes: Martin Scorsese.

Para él, el cine es una contradicción. Sus films son muy comerciales para los independientes y demasiado personales para la industria. Veinte películas y sólo dos éxitos de taquilla. El lector todavía no sabe de quien estamos hablando pero sabe que no falta mucho para saberlo. Espera un poco más, sabe que es una introducción sospechosa. Sus personajes no saben existir y siempre están en busca de reivindicación: planean la lucha y luego la reconciliación, buscan la muerte y después la resurrección. Desde un boxeador que hace de los golpes y el ring su confesionario y mafiosos que pagan penitencia en las calles hasta el mismo Mesías que acepta una cruz que nunca fue su idea. La cámara enfoca una pared vacía y desde allí viaja en un paneo a media velocidad que muestras cintas y más cintas de celuloide poblando el piso, storyboards con detalles precisos hasta el extremo, Thelma Shoonmaker, su eterna editora por más de treinta y cinco años, sentada tomando un café repasando unos fotogramas, luego el hombre, en carne y hueso. La cámara se detiene pero él no se inmuta. Un rock ligero, popular, se escucha en el fondo cómo música de fondo, son los Rolling Stones con su Gimme Shelter. El cuadro se congela y letras amarillas aparecen sobre el terno oscuro de un hombre al borde de ser un anciano italiano de sesenta años: MARTIN SCORSESE. DIRECTOR.

Desde que tuvo uso de razón siempre quiso ser sacerdote. En las calles de Little Italy, el pequeño Scorsese sólo tenía dos opciones; ser un gangster o un santo. El asma que lo aquejaba lo mantenía lejos de ser la figura aceptable de un gangster y nunca supo como huirle a la carne y ser un santo. Optó por las películas. Aquellos ojos que pintó en una de las paredes de su cuarto representando a un dios que todo lo ve y todo lo sabe pasaron a ser la metáfora de su vida, la de un hombre que todo lo observa y todo lo quiere saber.

Dejó sus musas, Little Italy, Manhattan, Nueva York, en mil novecientos setenta, seis años después de egresar como director de cine del NYU Film Institute, un año después de que por sus manos de flamante sub-editor hayan pasado las tomas originales de Woodstock 69. Fue a Los Angeles por dos semanas a editar un musical para la Warner Bros. y se quedó cuarenta años. El musical no se realizó nunca. Conoció a Robert De Niro en el set de su primera película oficial – había ya realizado dos películas B antes -, Mean Strees. El Padrino de Francis Ford Coppolla había hecho historia en el cine sólo meses antes cuando este film se estrenaba casi como su contraparte. Mientras que la obra de Coppolla trataba sobre las grandes familias criminales sicilianas, Malas Calles, su título en español, se enfocaba en los criminales de los barrios bajos, en una Pequeña Italia confundida entre sus fiestas religiosas y sus matanzas en nombre del crimen. Fue el primer film que mostraba el estilo Scorsese aunque aún en estado embrionario.

Scorsese es cine de autor. Un hombre apasionado con la obsesión de hacer un buen film. Una máquina del travelling. Un as en demostrar la sin razón en la violencia. El director entre directores. El bicho raro de las grandes producciones dónde todo el mundo quiere dinero y el sólo desea enseñar. El hijo predilecto de Little Italy. La leyenda que sabe reirse de sí misma como cuando ganó el Oscar y pidió que revisaran el sobre denuevo. El drogadicto reformado que si sanó no fue por la religión, ni por ninguna de sus cinco mujeres y seis hijas, sino por el cine. Scorsese es cada toma, cada escena y cada secuencia que elabora. Scorsese es algo que pocos directores vivos son, Scorsese es sus películas.
...continúa en Día30 del próximo mes.

Wednesday, June 20, 2007

El Escape Jaguar

Turbulencia Interprovincial cortesía de Jaguar Enterprises. Al son de algo de Theremyn_4. (more)

Sunday, June 17, 2007

Apple Bed (Minimalist piano arrangement)

Un arreglo mínimo que hice en el piano de la canción Apple Bed de Sparklehorse, con ayuda del backing track incorporado.

Tuesday, June 12, 2007

Pueblo Central









Centro Histórico.